Y YO, QUÉ PUEDO HACER?
La mejor forma de fomentar la igualdad y la no discriminación es practicar con el ejemplo. De nada sirve promover el rechazo a la discriminación si en el día a día no nos esforzamos por transmitirlo con nuestros valores, actitudes y formas de expresión.
Estos son unos puntos que desde nuestro papel de empleado público podemos realizar:
- Identificar situaciones de discriminación, y ponerlas de manifiesto ante la Institución Pública, si se detecta un incidente discriminatorio para que se pueda adoptar medidas que corrijan la situación.
- Consciencia personal: reconocer comportamientos o creencias que puedan hacer que tengamos una discriminación inconsciente.
- Desarrollar la empatía, hacer un esfuerzo consciente para comprender la situación y lo que pueda estar sintiendo la persona que atendemos.
- Utilizar lenguaje inclusivo y no sexista en nuestro día a día, tanto en el trato con las personas como en el material didáctico y de difusión.
- Cumplir la igualdad de trato.
- Proporcionar la accesibilidad de información ( adaptar en la medida de lo posible la información al nivel cultural, edad…).
- Valorar la importancia de la diversidad ( cultura, capacidades, social…). Informar sobre los servicios y recursos para que puedan ejercer sus derechos.
- Generar relaciones de igualdad.
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